Elecciones de Francia: expectativas por un nuevo liderazgo en el mundo

Las elecciones presidenciales en Francia tienen nuevamente una importancia trascendental para el mundo. Los comicios pautados para el 23 de abril y 7 de mayo (primera y segunda ronda, respectivamente) podrían sentenciar una alianza internacional basada en el pro-proteccionismo y la antiinmigración o blindar a la nación europea de un sistema menos radical.

Félix R. Gutiérrez Rodríguez / El Político

La posible llegada al poder de la candidata francesa de ultraderecha Marine Le Pen podría completar un tridente junto con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, que defienda el bloqueo de fronteras como medida contra el terrorismo. Esta alianza es la que tiene expectante a la comunidad internacional sobre el futuro político de Francia, que actualmente luce incierto.

Nada está dicho. El candidato favorito en las quinielas, el conservador François Fillon (Les Républicains), perdió adeptos luego de que se conoció que su esposa cobró medio millón de euros por un trabajo que supuestamente no realizó; la candidata del Frente Nacional, la ultraderechista Marine Le Pen, también disminuyó su popularidad tras el rechazo internacional que han tenido las medidas que Trump anunció y ella presumió haber inspirado; el liberal Emmanuel Macron analiza desde el tercer lugar el golpe de sus dos competidores líderes para aumentar su aceptación, y el ex ministro rebelde Benoit Hamon acaba de sumarse por los socialistas a la disputa del sillón presidencial. Las encuestas aseguran que estas son las cuatro candidaturas con más posibilidades de suceder al actual presidente francés, François Hollande.

La amiga de Trump

Marine Le Pen es la candidata por el Frente Nacional, de extrema derecha, en Francia. Su discurso mezcla el nacionalismo con el protagonismo del obrero y de la “ciudadanía de pie”. Esta retórica, con su lema “En nombre del pueblo”, le ha valido el apoyo de los ciudadanos hartos de la élite política en París. Fue la primera representante de la ultraderecha mundial en felicitar a Donald Trump por su llegada a la Casa Blanca. A pesar de su discurso xenófobo y su estrecha relación con el recién juramentado presidente de Estados Unidos, Marine es una de las cartas fuertes para llegar al Eliseo, la residencia presidencial.

Marine Le Pen ha evidenciado su cercanía con las políticas de Trump _ Foto EFE
Marine Le Pen ha evidenciado su cercanía con las políticas de Trump _ Foto EFE

El conservador cuestionado

François Fillon es otra de las grandes apuestas en estos comicios. Es un gran admirador de la ex ministra británica Margaret Thatcher, defiende una moral más conservadora y asegura que será aliado de Putin. El candidato del partido Les Républicains se ha caracterizado por su relación variopinta con el ex presidente francés Nicolas Sarkozy, quien actualmente lo apoya, y por su cuestionada empatía con los franceses de sectores más populares. Las críticas en contra aumentaron cuando se conoció que su esposa, Penelope Clarke, cobró 500.000 euros por una labor de parlamentaria que, presuntamente, no desempeñó. “Trabajaba siempre en la sombra”, se defendió el candidato presidencial.

François Fillon junto a su esposa Penelope Clarke _ Foto EFE
François Fillon junto a su esposa Penelope Clarke _ Foto EFE

El centrista

Emmanuel Macron, ex ministro de Economía de François Hollande, es un joven con carrera profesional en la banca Rostchild. Se retiró del Partido Socialista en 2009 y fundó a finales de 2016 su partido En marché!, que se define “ni de izquierda ni de derecha”. Su tendencia a ubicarse en el “centro” le ha valido el apoyo de grandes empresarios y de aquellos indecisos entre los simpatizantes de derecha y los que están hartos de los socialistas. Sin embargo, también es visto como un tecnócrata de izquierda que predica una versión francesa del sueño americano: “Si trabajas duro, tu éxito está garantizado”.

El ex ministro francés de Economía, Emmanuel Macron _ Foto EFE
El ex ministro francés de Economía, Emmanuel Macron _ Foto EFE

La esperanza socialista

Benoít Hamon es la nueva apuesta de los socialistas franceses. El ex ministro de Educación venció en segunda vuelta de las elecciones primarias al ex primer ministro Manuel Valls y representa una opción válida para muchos votantes de izquierda, aunque sus detractores lo tilden de “soñador utópico”. El sucesor partidista de Hollande defiende una renta básica para jóvenes de entre 18 y 25 años, propone tasas a los robots para contrarrestar la desaparición de puestos de trabajo automatizados, quiere derogar la reforma laboral y también reducir la jornada de trabajo de 35 a 32 horas semanales. Pero su principal propuesta es abrir las fronteras a los refugiados, una medida que lo distancia del actual ejecutivo socialista. Hamon representa la esperanza de última hora para un partido que no figuraba en las encuestas después de la división interna que generó el desgaste del gobierno de Hollande.

Benoit Hamon, candidato a liderar el partido socialista francés, el pasado 22 de enero de 2017 _ Foto Google
Benoit Hamon, candidato a liderar el partido socialista francés _ Foto Google

El sistema francés

Francia celebrará entre abril y mayo las undécimas elecciones presidenciales de la Quinta República Francesa y las décimas con sufragio universal directo.

Los franceses están llamados a participar en los comicios del 23 de abril para elegir a su presidente. Para esta fecha, los electores podrán escoger entre las distintas ofertas electorales. Posteriormente, los dos candidatos con mayor votación se enfrentarán en una segunda vuelta el 7 de mayo, cuando los franceses tendrán que decidir definitivamente quién gobernará el país los próximos 5 años (2017-2021).

Si un candidato gana la primera vuelta con una número superior a 50% de los votos, no hay necesidad de ir a una segunda vuelta y se declara vencedor de las elecciones presidenciales.